domingo, 8 de diciembre de 2013

Reseña Argentina del Dreamchaser World Tour


Esta es una reseña, realizada de los shows que Sarah ofreció en el Luna Park, el 21 y 22 de Noviembre presentando su ultimo trabajo discográfico Dreamchaser. Esta realizada por dos colaboradores Vane Brito y Tomás Sanchez, las imágenes son de nuestra querida Morganna Soleilk, espero que la disfruten y reavive el recuerdo de esa noche tan mágica que pareció un sueño de otro mundo.



No sabía realmente como empezar a relatar mi experiencia en el Dreamchaser World Tour que llegó a nuestro país, Argentina, y que trajo a nuestra querida Sarah el pasado mes de Noviembre. Me di cuenta que no puedo explicar con palabras todo lo que sentí esos el 21 y el 22 de Noviembre en el estadio Luna Park, porque no hay palabras tan perfectas para describir mis sentimientos, pero de todas formas decidí hacer el intento.






Cuando uno está viviendo en vivo y directo un sueño, el propio, hay sensaciones que son tan inexplicables, momentos específicos, gestos, caras y segundos de disfrute pleno que los tengo grabados en mi cabeza y en mi corazón, esos 2 días más que nunca, fui una cazadora de sueños.


Mi sueño comenzó con un apagón de luces, un momento en donde convivieron nervios, felicidad pero por sobre todas las cosas la más pura emoción, entre la oscuridad del escenario, los aplausos y los gritos se podía adivinar ya su presencia, donde surgió Sarah!!!... se acomodó en una plataforma móvil donde se la elevó lentamente para hacerla ver como un ser de otro mundo, en honor al nombre de la canción que tocaba sus primeros acordes, Angel

Una sombra emergió y detrás de ella una inmensa pantalla con una grandiosa luz azul que de forma aleatoria cambiaba su forma, creciendo y decreciendo, iluminándose más y la silueta de Sarah se destellaba de forma más nítida, en ese momento sólo una frase me impactaba en mi cabeza: "créelo, es ella", una magnífica interpretación, arrancó aplausos en mitad de la canción, reacción que me hizo suponer que nos tomamos un tiempo para poder creer que al fin estábamos frente a nuestro Ángel de la Música, tal vez influyó que aquella luz azul se tornó celeste y podíamos distinguir con creces su cara, al fin todos convencidos, con que es ella. Los latidos finales de la canción y otra vez la luz azul de la pantalla, y la oscuridad, se adueñaron nuevamente del escenario.



Aplausos y ovación para recibirla, dieron lugar a One Day Like This, y aun con el escenario en oscuridad se escuchó por parte de Sarah un enérgico: "Buenas Noches Damas y Caballeros de Buenos Aires, Welcome to Dreamchaser!", acompañado de un viaje entre galaxias multicolores detrás de Sarah. De por sí el tema siempre me provoca un sentimiento de energía nueva; la fuerza, la potencia y sentido que adquiere en vivo es maravillosa, Sarah lo acompañaba con un baile en forma de vaivén disfrutándolo tanto como nosotros, ganas de pararme exaltada a repetir "Throw those curtains wide, One day like this a year would see me right", no me faltaban.

La tercera canción merecería un texto aparte en sí mismo, Glosoli sin duda uno de mis temas más amados de Dreamchaser, "There is a room, it floats above the stars...", esas primeras palabras me transportaron a la paz absoluta, remitiéndome al video que se lanzó para promocionar este concierto y me decía a mi misma "no puedo creer estar viviendo esto", con aquel vestido metalizado y una tiara que la hacía ver tímidamente como una diosa terrenal, con los brazos extendidos de acuerdo al compás de unos rayos de sol que parecía que ella misma levantaba del suelo, se ilumino la noche, y nuestras almas también con la espléndida magnitud de su interpretación.




Una introducción, abrió paso a sus bailarinas, Gemma y Jennifer, y que nos dejaba vislumbrar que tema se aproximaba..., Hijo de la Luna. Sarah reaparece con un cambio de vestuario, esta vez un vestido blanco con tenues strass y con un tocado en el pelo, "...Dime luna de plata que pretendes hacer con un niño de piel?..." y un movimiento que me hacía recordarla tanto en el dvd de "La Luna". La ame.


En ese momento cambió completamente el ambiente fantástico, y se posó por detrás de Sarah una luna inmensa, se conjugó una mística muy especial con esta canción que da nombre a este estadio argentino. La Luna es una de las canciones que Sarah interpreta con pasión y donde la tesitura de su voz esta plenamente pura. La luna es el astro donde empezó su sueño, con la llegada del hombre a la luna, Sarah empezó a soñar y a perseguir ese sueño, que en el 2015, estará lo mas cerca de lo que imaginó para cumplirlo, será por eso que esta canción en particular tiene toda una carga afectiva, los que lo vivimos, lo podemos explicar desde el punto en que fue tan bello como un eclipse lunar, donde nuestra mas grande y hermosa estrella Sarah Brightman, brilló con su interpretación, llevándonos a todos a la luna.



Eperdu abrió paso a unas imágenes 3D excelentemente bien logradas, fue hermoso escucharla en vivo, siempre me pareció especial está canción por la forma en que Sarah la canta, brindándole un impulso especial con el movimiento de sus manos.

Como una especie de rayos rítmicos en movimiento sincronizado con la interpretación que Sarah, se dio lugar a It's a Beautiful Day, desbordando poder en esa voz, con sus movimientos ondulantes, el ritmo, obviamente tenía su estilo. Energía absoluta de Sarah en el escenario, que me sentí tan agradecida y complacida de que la vida me diera la oportunidad de estar ahí mismo.



La ausencia de telón azul, nos dejó ver una vez más detalles inolvidables, en la oscuridad del escenario de repente aparece un ser con un porte divino de pies a cabeza, solo una palabra la puede describir: majestuosa. Cambio de vestuario nuevamente, esta vez, envuelta en un vestido blanco con detalles minuciosos y cristalinos, que por lejos hicieron que me enamore de ese vestido en particular, los detalles de los hombros haciendo juego con su tiara, nos introdujeron a Ave María, el momento más onírico de la noche tanto por el despliegue de su voz que junto al de las luces, nos transportarnos a otra dimensión llena de paz, si esa fue su intención, lo logro con creces.


Explotó el Luna Park con aplausos y gritos, Sarah tenía intenciones de decir unas palabras que ante el feroz aplauso del público sonreía sin poder empezar a hablar, arrancó varios gritos de "I love you!" que fueron retribuidos con esa sonrisa tan característica de ella, de hacer una pequeña introducción en donde presentó Canto della Terra comenzó a cantar en medio de aplausos, en la pantalla elementos de la tierra, y miradas cómplices entre Sarah y el tenor Erkan Aki, por momentos sincronizaban sus movimientos, nos regalaron sin duda una de las piezas más esperadas por todos. Aquí es donde me concentre en ella y sus expresiones, todavía siento la emoción que me produjeron sus gestos.


Antes mencioné que probablemente iba a haber momentos en que no iba a encontrar palabras para describirlos, y Nessun Dorma fue uno de ellos, me tocó el alma desde los primeros acordes hasta la última nota, un asteroide se impuso detrás de una Sarah exquisita, enmarcada con un vestido precioso, y un aplique de espejitos redondeados colocados en la plataforma que la elevaría nuevamente para darle un aire cual 'principessa' inalcanzable. Ovación de pie, no hay palabras sólo sensaciones varias.

Comenzó el intervalo que duró apenas 20 minutos, dándonos tiempo a todos para comentar, elogiar y demostrar nuestro asombro ante semejante show. Nuevamente se apagaron las luces del repleto estadio Luna Park y se abrieron los aplausos eufóricos que denotaban la expectativa y la emoción de volver a verla.

Comienzan a sonar muy lejanos sonidos que simulaban ser pasos, a los que la gente acompaño con palmas, y Sarah reapareció en el escenario con un vestido negro muy pegado al cuerpo que dejaba ver lo bien que se mantiene, junto con sus dos bailarinas para interpretar lo que, personalmente, fue una de las canciones más esperadas y que más sorprendieron de la noche. Con una caminata muy sensual y un repentino movimiento, en sincronización con sus bailarinas, comenzó a sonar Closer, impresionantemente acompañada por animaciones en blanco y negro en gran pantalla. Luego de una coreografía perfectamente sincronizada entre Sarah, Jennifer y Gemma y la gran pantalla, finalizó esta hermosa canción con la famosa “caminata lunar”, pasito que, a esta altura, todos los fans conocemos, seguida de un repentino apagón y un formidable aplauso.


Sarah reapareció a un costado del escenario para dar inicio a Breath Me, preciosa canción que fue
acompañada por imágenes de satélites recorriendo el espacio y por la maravillosa
banda que, una vez más, nos sorprendió a todos. Para cerrar esta hermosa pieza, Sarah se fue caminando por adelante del escenario y luego hacia bambalinas, dejando a la banda tocando sola, lo que le dio tiempo a ella para cambiarse. La banda finalizó la canción, acompañada de un apagón.

El indescriptible sonido de los acordes tocados en piano de una de las canciones más esperadas y aclamadas de la noche, dió paso a Figlio Perduto, canción que no cantaba en vivo hace más de 10 años, en la que apareció, en mi opinión, con el vestido más lindo de la noche, blanco con detalles brillantes, bastante simple, pero que la hacía parecer un ángel y en la que se lució con una flamante voz que volvió a demostrar sus dotes de soprano, y expresiones, movimientos y gesticulaciones típicas de Sarah que nos hacían creer que estábamos dentro de uno de sus dvds; una mirada como desorientada hacia arriba por parte del ángel concluyó la canción, aclamada por todo el público; Sarah saludó y agradeció con un tímido “GRACIAS”, haciendo denotar su tierno acento británico, y presentó su próxima canción, a sorpresa de muchos, en japonés.

Kaze No Torimichi fue de los momentos más lindos de la noche, Sarah tomo asiento en la plataforma elevada a medias y cantó esta maravillosa pieza acompañándola con movimientos de las manos, típicos de sus presentaciones.

Scaborough Fair volvió a poner las emociones de todos los que estábamos presentes a flor de piel, esa canción tan enigmática que Sarah canta hace tantos años, estar viéndola en vivo, es algo indescriptible; acercándose al público la cantó acompañándola por movimientos sumamente sensuales de brazos a los que nos tiene acostumbrados. Un sonido electrónico pero con el clásico acompañamiento de violines dieron paso a una de las canciones que más paz trajeron a nuestros corazones.

Sarah salió al escenario con su mismo vestido al que le había agregado un majestuoso velo del mismo color y con los mismos detalles brillantes; A Song Of India, en la que Sarah cantó en francés por primera vez en toda la noche, fue sin lugar a duda uno de los momentos que me van a quedar en la mente por siempre, simplemente no se puede creer que esa voz sea de este mundo y este sonando frente a nosotros.















Las bailarinas continuaron con su coreografía dándole tiempo a Sarah a cambiar nuevamente su vestuario; al retirarse ambas del escenario apareció en escena un imponente castillo rojo y se escuchó ese inconfundible órgano que dio inicio a una canción que nunca está afuera de sus shows, The Phantom Of The Opera,
nuevamente acompañada por Erkan Aki, ambos jugaban mucho con las miradas y nos trasladaban a la obra que la misma Sarah protagonizó en Londres a inicios de su carrera.
Pronto llegó lo que todos estábamos esperando, las últimas notas, que nuevamente nos demostraban la calidad vocal de la cantante, acompañadas por el clásico “Sing my Angel of Music”, hasta que llego esa última nota que nos puso la piel de gallina a todos los presentes en el Luna, seguida de un apagón y una ovación en la que absolutamente todo el estadio se puso de pie, si tan solo pudiera explicar lo que fue esa nota, realmente estábamos frente a una de las mejores voces de la historia.

Con una alegre expresión en la cara presentó a la hermosa Time To Say Goodbye, el sencillo más exitoso en la carrera de Sarah, a lo que a gente dejo salir un grito de emoción, era definitivamente la canción que todos estábamos esperando. Acompañada por imágenes de cohetes espaciales y más tarde linternas flotantes que emergen sobre el cielo, Sarah entono esta emblemática pieza que nos tuvo a todos con los ojos llorosos hasta el final, la cual concluyo con esa última nota que nos hacía repensarnos si lo que estábamos viviendo era real o un sueño, la canción termino con las luces apagadas y el estadio entero se cayó en aplausos, a lo que Sarah agradeció y luego se retiró del escenario.


Sabíamos que no podía terminar ahí, todo indicaba que aún faltaba más. Luego del eufórico grito de la gente pidiendo más, Sarah reapareció en el escenario con un impactante fondo del espacio y estrellas de noche, y el vestido más hermoso y sorprendente, negro, precioso, con luces intermitentes que iban cambiando de color y que nos dejaban a todos boquiabiertos. Sarah comenzó a cantar el clásico de Paul McCartney "Venus and Mars" con una voz que no nos permitía diferenciarla de un ángel, la cual acompaño con sus movimientos y gestos característicos y esa sonrisa que enamora a cualquiera que la vea.


Otro apagón dejo el escenario a oscuras hasta que Sarah reapareció acompañada por la imagen de un hermoso balcón desde el cual se podía ver al planeta tierra de fondo, lo que nos hizo darnos cuenta de que era "A Question Of Honour", la última canción; con una voz más potente y operística entonó la primera parte de una canción que fue interrumpida por sonidos pop, un cambio de pantalla que ahora eran varias pantallas en blanco y negro de centros de comando y despegues al espacio, acompañado por un despliegue de luces impresionantes y las bailarinas que se unieron atrás. 

Toda la gente comenzaba a aplaudir y la cara de Sarah transmitía una felicidad inmensurable. Con un suave movimiento, Sarah siguió cantando, ahora en un ambiente más rockero y pop, que nos hizo movernos, cantar y aplaudir a más no poder, el cual finalizó introduciendo nuevamente en la parte más clásica y potente de la voz de Sarah, la cual finalizó con unas notas increíbles, altísimas y con mucha fuerza que la llevaron a la nota final, impactante, que culminó con un apagón y nos puso a absolutamente todo el Luna Park en el cielo, aplaudiendo de pie, gritando, chiflando, el concierto había concluido.




Se prendieron nuevamente las luces, Sarah agradeció y saludo junto a su banda, sus bailarinas y Erkan Aki, en la presentación del 21, para sorpresa de todos, se acercó al borde del escenario a tomar un hermoso ramo de flores con las cuales se despidió finalmente del escenario dejándonos a todos boquiabiertos.

Que más se puede decir, un concierto único, buenas bailarinas, buenos músicos, espectaculares efectos, una imponente pantalla e iluminación, todo esto acompañado por la mejor voz de todos los tiempos a la cual hoy en día no existe nadie que la supere, Sarah Brightman, la soprano más exitosa de todos los tiempos, que con dos conciertos en el estadio Luna Park, desbordó de gente las dos noches, presentando su Dreamchaser World Tour, ubicada en el puesto 14 de las giras más recaudadoras de 2013 y que logró reunir a casi 25 mil personas en nuestro país.


Quiero agradecer una vez mas a Vane Brito y Tomás Sanchez por haber realizado esta reseña, y a Morganna Soleilk, por haber cedido las fotografias para ilustrar esta reseña. Muchas Gracias!!!

Vanesa Brito
vanesabrito000@gmail.com

Tomas Sanchez 
s.tomasmartin45@yahoo.com.ar

Morganna Soleilk
http://goo.gl/FyKyE2

2 comentarios:

rafael dijo...

este tour fue algo fuera de este planeta, fue impactante, mágico!!

gracias sarah por regresar con esta fuerza =)

saludos dsd mexico!

ubimarce dijo...

Gracias por esta reseña y publicar las fotos del momento mas hermoso de mi vida,cuando Sarah recibio las fLores me miró y me dijo thank you...fue como tocar el cielo con las manos!! MARCELO BECERRA COLMEYRO